Como el sol y la luna


No había razones para que lo suyo funcionara. No había nada que los uniera ni tenían nada en común. 
Eran vidas que corrian paralelas sin un punto de encuentro. 
Sin embargo, alguna vez, el cosmos confabulaba para que tropezaran y se encontraran. Y ese momento era oro. 
Dos almas, dos cuerpos, dos vidas que se fusionaban por unas horas, ajenos al mundo y la realidad. 
Una realidad que volvía implacable para separarlos de nuevo, porque no tenían nada en común, ni nada les unía, ni había razones para que lo suyo funcionara.

Comentarios

  1. Quizá si hay algo q los une.. Nacieron el mismo dia😊
    Siempre siempre hay algo

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