Día de Reyes

Mi padre me contaba, cómo aquella noche del 5 de enero llegaron a su casa tres hombres ataviados con ricos ropajes y  semblantes alegres. 

Le dijeron que iban en busca de un lugar lejano para adorar a un Rey en su nacimiento  y que dejaban presentes a la buena gente que encontraban en su camino.

Él, un hombre sencillo y trabajador se había casado hacía unos años con un preciosa mujer a la que amaba profundamente y su deseo más ferviente era formar una familia. 

Aquellos hombres, vieron en los ojos de mi padre, la bondad y el deseo que vivía en su corazón así que, le pusieron a prueba y le pidieron algo para alimentarse.

No había mucho en aquella casa, pero se guardaba una botellita de anís para las visitas y una bolla de chicharrones para el desayuno.

Los tres hombres comieron y bebieron aquella noche el humilde manjar.

Cuando se despidieron, una vocecita chillona se escuchó en el cuarto de al lado... 

       "-¿Y quien me trajo, papi?"

        "-Baltasar, mi niña"

Esta noche, como siempre, pondré una copita de anís y una bandeja de dulces en la mesa, por si acaso se les ocurre regresar...